Hay un momento en Emma, de Jane Austen, en el que el señor Knightley alaba el criterio de la joven para elaborar listas de libros, aunque se lamenta de que, luego, no acabe abriendo ni uno para leer… Creo que, en general, todos desearíamos leer más. Al fin y al cabo, leer significa tener tiempo para sí, un momento de distensión y evasión que tan bien va para desconectar. ¡Igual que practicar el punch needle! Pero volvamos a los libros…
Parece que cada verano os hago una lista de lectura. Supongo que, cuando llegan las vacaciones, tratamos de hacer aquello para lo que no tenemos tanto tiempo durante la vorágine del día a día. Aunque, en mi caso, esta necesidad se ha ido agudizando con el paso de los años. Os parecerá tonto pero, un día, pensé que me moriría sin haber leído todos los clásicos de la literatura; sin comprender por qué esta obra u aquella ha sobrevivido al paso del tiempo y logrado conectar con diferentes generaciones, trascendiendo culturas y fronteras.
Sé que no podré leerlo todo, así que he decidido priorizar las voces femeninas. Es un criterio como cualquier otro y no es que me niegue a leer obras escritas por hombres (¡faltaría más!), pero es cierto que las mujeres están en clara desventaja en mi biblioteca y es lo que pretendo solventar. Aunque también he de decir que, tras elaborar esta lista de «clásicas de la literatura» (porque no son 100 libros, sino más de 100 autoras con toda una obra por descubrir), me he dado cuenta de que, a diferencia de Emma, ya tengo bastante trabajo hecho. Aunque no hay que dormirse en los laureles, que el tiempo corre ¡y más cuando estás de vacaciones!
Las más urgentes
Este es un criterio completamente subjetivo. Son obras que no he leído y que me llaman más la atención por el motivo que sea. Quizás en otras circunstancias, en otro tiempo y lugar, la lista sería completamente diferente. Pero aquí están los 4 libros que tengo para lo que queda de agosto y otros que les seguirán poco después en un orden totalmente aleatorio, que no denota preferencia.
- Una habitación propia, Virginia Woolf
- Jane Eyre, Charlotte Brontë
- El cuento de la criada, Margaret Atwood
- La rebelión del Atlas, Ayn Rand
- Mujeres que corren con lobos, Clarissa Pinkola
- Azabache, Anna Sewell
- Cumbres borrascosas, Emily Brontë
- El segundo sexo, Simone de Beauvoir
- Matar a un Ruiseñor, Harper Lee
- La inquilina de Widfell Hall, Anne Brontë
Made in Spain
- Canto yo y la montaña baila, Irene Solà
- Nada, Carmen Laforet
- Solitud, Victor Català (seudónimo de Caterina Albert)
- Las edades de Lulú, Almudena Grandes
- La plaça del diamant, Mercè Rodoreda
- Vestida de tul, de Carmen de Icaza
- Los pazos de Ulloa, Emilia Pardo Bazán
- La ridícula idea de no volver a verte, Rosa Montero
- Primera memoria, Ana María Matute
- Panza de burro, Andrea Abreu
- Trilogía de Baztán, Dolores Redondo
- Un amor, Sara Mesa
- La voz dormida, Dulce Chacón
- Vozdevieja, Elisa Victoria
- Días sin ti, Elvira Sastre
- El evangelio, Elisa Victoria
- Cantares gallegos, Rosalía de Castro
- Entre visillos, Carmen Martín
- Isla ignorada, Gloria Fuertes
Los premios Nobel con nombre de mujer
En cierto modo, también es un criterio subjetivo, aunque bastante más legitimado que mi opinión o apetencias y me sirve para clasificar un poco esta monstruosidad de lista con más de 100 títulos. También para poner de relieve la falta de paridad que hay no solo en mi biblioteca sino en este tipo de premios y reconocimientos. Dieciséis, creo que llevamos, de un total que supera los 100.
- El maravilloso viaje de Nils Holgersson, Selma Lagerlof
- En el azul, Grazia Deledda
- Viento del Este, Viento del Oeste, Pearl S. Buck
- Desolación, Gabriela Mistral
- Ojos azules, Toni Morrison
- El cuaderno dorado, Doris Lessing
Obras cortitas para avanzar más rápido en la paridad
Hecha la ley, hecha la trampa. Ya os recomendé el año pasado cinco libros ligeritos para leer en una tarde de verano. Tres de ellos eran de mujeres. Son pequeñas delicias de fácil lectura para cuando sientes que la lista se te está haciendo enorme y necesitas tachar un libro para no desmotivarte. También es una forma rápida de descubrir un autor y ver si conectas con su narrativa.
- Mejillones para cenar Brigit Vanderbeke
- Gigi, Colette
- Bonjour Tristesse, Françoise Sagan
- El junco rebelde, Nina Berberova
- El Baile, Irène Némirovsky
Proyectos de Punch Needle para el verano
Otro «truco» para retomar con más ganas esta lista es parar y hacer otra cosa que te guste y que te relaje, ¡como punchear! Aquí algunas ideas para tentarte entre novela y novela:
Obras adaptadas a la pantalla
En mi caso, tener un referente audiovisual me ayuda a imaginar la historia que leo, sobre todo cuando hay muchos personajes porque tiendo a liarme. Es verdad que, en algunos casos, da un poco de pereza porque tienes la sensación de que ya conoces la historia pero, en otros casos, es un aliciente para encontrar las licencias que se han tomado en la adaptación cinematográfica y poder comparar con la «versión original».
- Mujercitas, Louisa May Alcott
- La casa de los espíritus, Isabel Allende
- Orgullo y Prejuicio, Jane Austen
- Lo que el viento se llevó, Margaret Mitchell
- Entrevista con el vampiro, Anne Rice
- Los juegos del hambre, Suzanne Collins
- El diario de Bridget Jones, de Helen Fielding
- Mary Poppins, Pamela Lyndon Travers
- Ana de las tejas verdes, Lucy Maud Montgomery
- La casa de la pradera, Laura Ingalls Walker
- La cabaña del tío Tom, Harriet Beecher Stowe
- Extraños en un tren, Patricia Highsmith
- Prácticamente magia, Alice Hoffman
- El duque y yo, Julia Quinn (creadora del fenómeno Netflix del momento: los Bridgerton)
- El tiempo entre costuras, Maria Dueñas
- Criadas y señoras, Kathryn Stockett
- Como agua para chocolate, Laura Esquivel
- La edad de la inocencia, Edith Wharton
- El color púrpura, Alice Walker
- Rebeca, Daphne du Maurier
Otros géneros
Más allá de la novela pura y dura, también tenemos clásicos en la literatura juvenil, comics y mangas, obras de ciencia ficción o de misterio, géneros algo denostados por apartarse de lo mainstream pero que son pilares de la cultura.
- Frankenstein, Mary Shelley
- Persépolis, Marjane Satrapi
- Asesinato en el Orient Express, Agatha Christie
- Harry Potter y la piedra filosofal, JK Rowling
- Pippi Calzaslargas, Astrid Lindgren
- Perico el conejo travieso, Beatrix Potter
- Heidi, Johanna Spyri
- Maison Ikkoku, Rumiko Takahashi (que ha inspirado el nombre de la Maison Penedès)
- Oveja mansa, Connie Willis
- Eleanor & Park, Rainbow Rowell
- Sailor moon, Naoko Takeuchi
- La declaración, Gemma Malley
- Rebeldes, Susan E. Hinton
- Manolito Gafotas, Elvira Lindo
Y nos vamos para las 100…
Bueno, a estas alturas, ya podría alternar estas lecturas con algún clásico escrito por el género masculino. Pero ahí vamos, a romper la barrera de las 100 mujeres:
- La novela de Genji, Murasaki Shikibu
- Mi año de descanso y relajación, Otessa Moshfegh
- El viento comenzó a mecer la hierba, Emily Dickinson
- Poesía lírica, Sor Juana Inés de la Cruz
- Hamnet, Maggie O’Farrell
- El club de los viernes, Kate Jacobs
- Kitchen, Banana Yoshimoto
- Florescencia, Kopano Matlwa
- El acontecimiento, Annie Ernaux
- Teoría King Kong, Virginie Despentes
- La amiga estupenda, Elena Ferrante
- Paseo de la reforma, Elena Poniatowska
- Cómo ser mujer, Caitlin Moran
- Tengo un nombre, Chanel Miller
- Ifigenia, Teresa de la Parra
- La última niebla, María Luisa Bombal
- El nenúfar y la araña, de Claire Legendre
- Velocidad personal, Rebecca Miller
- Sus ojos miraban a Dios, Zora Neale Hurston
- Un árbol crece en Brooklyn, Betty Smith
- Donde termina el arco iris, Cecilia Ahern
- La mujer del viajero en el tiempo, Audrey Niffenegger
- Perdida, Gillian Flynn
- El dios de las pequeñas cosas, Arundhati Roy
- Diario, Ana Frank
- En Grand Central Station me senté y lloré, Elizabeth Smart
- El amante del volcán, Susan Sontag
- La campana de cristal, Sylvia Plath
- El club de la buena estrella, Amy Tan
- Caperucita en Manhattan, Carmen Martín Gaite
- Yo sé por qué canta el pájaro enjaulado, Maya Angelou
- María, Mary Wollstonecraft
- La balada del café triste, Carson Mccullers
- Cerca del corazón salvaje, Clarice Lispector
- El despertar, Kate Chopin
- Middlemarch, George Eliot (seudónimo de Mary Anne Evans)
- Miedo a volar, Erica Jong
- Cosas que no quiero saber, Deborah Levy
- La elegancia del erizo, Muriel Barbery
- Americanah, de Chimamanda Ngozi Adichie
- Ancho mar de los Sargazos, Jean Rhys
- Los misterios de udolfo, Ann Radcliffe
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