No me canso de decir que el punch needle es una actividad super fácil, que no requiere grandes habilidades ni demanda mucha concentración para obtener unos resultados vistosos rápidamente. Podría decirse que es un craft ligero, aunque no te confundas: eso no significa que sea llano y que vayas a aburrirte enseguida. Al contrario, la versatilidad del punch needle es inmensa y por lo tanto te ofrece posibilidades infinitas para crear y crear sin parar. Un poco lo mismo ocurre con estos 5 libros que te propongo para el verano: son de lectura fácil y ágil, pero tienen algo especial, un toque de genialidad en su sencillez, que los ha ha convertido en clásicos de la literatura. Sucumbe a los pequeños placeres de la vida este verano: ¡dale sin parar a la lectura y al punch needle!
Buenos días, tristeza
Esta obra que catapultó a la fama a una joven Françoise Sagan (la escribió con 18 años) es tan sencilla como bella y rezuma verano en cada coma. La brisa marina, el olor a pino caldeado por el sol, la despreocupación de la juventud, las tardes de siestas a la sombra, el sonido de los grillos… se mezclan con el chic francés de la riviera: los cócteles, los restaurantes, los bailes, las soirées (y los coches).

Gigi
Curiosamente, el verano del año en que Françoise Sagan «nacía» como escritora, moría otra importante novelista francesa: Colette (1873-1954). Un salto generacional que se nota en Gigi, que retrata la sociedad parisina de final del siglo XIX a través de otra joven protagonista que está siendo educada por su tía y abuela para vivir de los hombres. Aunque el amor (¿o debería decir la candidez?), al final, prevalece.
Orgullo y prejuicio
Otra historia de mujeres que necesitan encontrar a un hombre para asegurar su futuro y que acaban encontrando el amor (y de paso su sustento). Y es curioso cómo, a pesar de la épica y los clichés, las mujeres de Jane Austen (1775-1817) logran aparecer feministas; listas, independientes, irónicas y valientes. Sin duda, un reflejo de la autora, que escribió Orgullo y Prejuicio, una de sus obras más celebradas, en 1813.

Mucho ruido y pocas nueces
¿Creías que todo serían obras de mujeres? Lo he pensado, pero no quería dejar fuera de mi lista veraniega de clásicos de la literatura esta obra de teatro de William Shakespeare (1564-1616) que se publicó en el año 1600. Enredos y amoríos, complots y bailes, máscaras y mascaradas se suceden en un caserío siciliano, bajo la corona de Aragón.

Viaje al centro de la Tierra
Y volvemos a Francia para encontrarnos con Jules Verne (1828-1905), que nos hará viajar, sin necesidad de pasaporte Covid, desde Alemania hasta Islandia y de vuelta a Sicilia (otra vez), pasando por el centro de la Tierra y viviendo un montón de aventuras, un poco inocentes i naïves, pero igualmente fascinantes, a pesar de los más de 150 años que nos separan del tiempo en que fue escrita esta novela, precursora del género de la ciencia ficción.
