Si te gustan las manualidades, los crafts y los DIY y te has planteado practicar alguna labor con aguja para relajarte y animarte y desconectar del día a día, tengo 7 ideas fáciles y aptas para principiantes.
El crochet, el bordado o el knitting (lo que viene a ser hacer punto o tejer, de toda la vida) son labores muy populares y que tenemos al alcance de manera fácil, pero que requieren cierto aprendizaje, por lo que pueden resultar frustrantes si no llegas a dominar la técnica al cabo de un tiempo. Y así, en más de una ocasión, acaba sucediendo lo contrario de lo que debería ocurrir: en lugar de desestresarte y subirte el ánimo, viendo cómo progresas, te deprimes y piensas que no vales para esto. ¿Te ha ocurrido?
¡Pues claro que lo vales! Recuerda que siempre se empieza sin saber y que lo importante es dar el primer paso. Aunque tal vez te sientas más cómoda dando unos primeros pasos de bebé, en lugar de hacer zancadas de gigante que te roban toda la energía que venías a recargar… Por eso te propongo aquí 7 manualidades con aguja fáciles y aptas para principiantes que no requieren habilidades especiales. Vamos, totalmente a prueba de dummies pero con todos los beneficios para la salud mental y física y estado anímico que las labores más populares. Echa un vistazo y ¡anímate a probar cualquiera de ellas!
1. Punch Needle
¿Qué te voy a decir del punch needle que no te haya dicho ya 20 veces? Su nombre en castellano lo dice todo: «bordado con aguja mágica» porque es tan fácil que parece que no pueda ser. ¡Pero es! Avanzas super rápido, con lo que ves resultados enseguida, ¡y eso anima muchísimo!, sobre todo cuando empiezas. Basta tener en cuenta 4 truquitos básicos para dominar la técnica como una profesional y ponerte a crear, desde el primer momento, lo que te propongas: cuadros, bolsos, cojines, peluches, alfombras, espejos… ¡El límite lo pones tú y tu imaginación!
Todo el material que necesitas para punch needle
2. Punto de cruz
El punto de cruz es como un bordado simplificado que te permite, con una simple puntada en X (de ahí su nombre), crear dibujos como pixelados. De hecho, se usa una aguja de costura e hilos mouliné, como con el bordado, pero la tela de base es especial: la tela Aida tiene una una cuadrícula marcada con orificios para indicarte donde clavar la aguja en cada momento y que las puntadas te queden siempre regulares para conseguir un dibujo perfecto. No tiene gran complicación, excepto que requiere de una buena visión (para enhebrar la aguja y clavarla donde toca). También tienes que ir contando las puntadas para completar el diseño según el patrón porque, si te pierdes, el dibujo no queda bien.
3. Needle Point o petit point
Si el punto de cruz es la versión simplificada del bordado, yo diría que el needle point o petit point (según si lo dices en inglés o francés) es la versión simplificada del punto de cruz. Básicamente porque se realiza con un hilo un poco más grueso, por lo que avanzas más rápido y con menos puntadas. De hecho, dejas de hacer cruces (dos pasadas) para hacer solo una diagonal (una pasada). Tienes que contar puntos igual para realizar tu dibujo siguiendo el patrón deseado, pero ya no necesitas una lupa. De hecho, es como si hubieses amplificado tu trabajo de punto de cruz.
4. Weaving
Aunque hay distintos grados de complejidad y precisión con los trabajos con telar, lo cierto es que la base es muy sencilla: se trata de montar una urdimbre que quede bien tensa para pasar, después, la lana dibujando una trama. Normalmente, se pasa un hilo por debajo y otro por encima (con la ayuda de una aguja lanera) y así, sucesivamente, para formar la trama, aunque puedes complicarlo y pasar una sí y dos no, para crear motivos. Puedes combinar colores y grosores y terminar con un tapiz de lo más interesante. O tejer prendas y accesorios como bufandas o bolsos, aun siendo muy nuevo y principiante en este arte (y para muestra, una servidora). Además, puedes crear un telar casero usando el marco de un cuadro y poniendo clavos a intervalos regulares y simétricos. O incluso comenzar con un trozo de cartón, realizando cortes en sus extremos (¡ideal para peques!).

5. Latch Hook
Y volvemos a simplificar (más) las cosas: el latch hook te permite hacer tapices sin necesidad de telar porque se practica sobre una tela especial que sirve de base. Gracias al cañamazo te evitas tener que urdir y simplemente tienes que ir pasando y anudando trocitos de lana con la ayuda de tu «latch hook», una especie de aguja de ganchillo con un seguro para que no se te escape el hilo a cada pasada. Así, consiuges formar unos flecos que darán el aspecto mullido típico de esta técnica, que también se usa para hacer alfombras. Si vas a seguir un patrón concreto o quieres hacer un dibujo en tu diseño, tendrás que contar igualmente las cuadrículas para saber cuándo toca cambiar de color y las puntadas que debes realizar en cada tono.
6. Rag Rug
Rizando el rizo, el rag rug es similar al latch hook pero no tienes que hacer nudos: el hilo se aguanta «solo» (¡seguimos con la magia!) básicamente porque suele ser más grueso que el cañamazo, que también se usa como tela de base para esta técnica. De hecho, la gracia del rag rug es que no se realiza con hilo, sino con jirones de tela cortada en tiras de unos 2 cm de grosor y 10-15 cm de largo, por lo que es una labor de reaprovechamiento, un upcycling en toda regla o, al menos, recycling. Para ayudarte a pasar esas tiras de viejas telas, puedes servirte también del latch hook o mejor de una pinza. Existe una especial para esta manualidad, con la que yo realicé mi árbol de Navidad. ¡Con la ayuda del enano!
7. Rug Hooking, el punch needle de las crocheteras
Y por último, pero no por ello menos importante, sobre todo teniendo en cuenta la afición por el crochet en este país, está el rug hooking, que también es una labor que se inició con la voluntad de reaprovechar y reciclar viejas prendas de lana, con las que se hacían alfombras y, poco a poco, ha evolucionado, como el punch needle, hasta convertirse en una técnica artística que permite hacer cuadros y otros adornos para el hogar, como cojines, además de accesorios como bolsos o zapatillas. Si quieres saber más sobre esta técnica, a la que yo llamo «el punch needle de las crocheteras«, en la Maison Penedès tengo un curso para enseñarte todo lo que debes saber para lanzarte y sacar el máximo provecho a tu ganchillo, convirtiéndolo en una aguja mágica.